
La cinta está rodada de forma que parezca que hay un tío medio espasmódico con una cámara grabándolo todo (vamos, que se intentó parecer a un documental). La historia transcurre en Londres pero muchas de las escenas se grabaron en Barcelona.
Una adolescente rebelde y problemática de quince años llamada Emma Evans (Sophie Vavasseur), decide intentar liberarse del “ahogo” de sus padres usando unos métodos oscuros y poco tradicionales. Al cabo de poco tiempo empieza a notar que cosas extrañas empiezan a suceder entorno a ella, como las pequeñas lagunas mentales o las voces dentro de su cabeza.
Cuando sus padres se dan cuenta de que el comportamiento de Emma no es ninguna chiquillada propia de su edad, piden ayuda a Christopher (Stephen Billington), hermano de la madre y cura inhabilitado. Emma tendrá que vivir con su “problema” hasta que su tío encuentre un remedio.
Cuando en menos de cinco minutos de película te muestran una escena sin justificación (más tarde te la dan) donde Emma se raja la mano con un cristal, otra que le viene un ataque epiléptico y otra donde se conoce que su tío Christopher es un cura al que han apartado por su conducta, cualquier forma de introducir en la historia al diablo y su posesión pierde todo encanto y no hay factor sorpresa que valga. Desde el inicio de la cinta ya sabes por donde irán los tiros y qué papel jugará cada personaje en la historia.
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Christopher (Stephen Billington) enfrentándose al mal |
Al menos contamos con algunas escenas en las que el demonio sale a la luz que dan algún que otro escalofrío y están muy bien realizadas, tanto por la actriz como por el maquillaje y los planos. Tengo que mencionar, pero, que hay alguna escena que roza el ridículo como aquella secuencia absurda donde el gran acto de maldad del anticristo es lanzarle la pelota lejos a un niño (¡uuh qué malvado soy!).
Además, tampoco tiene mucho sentido la manera en la cual se trata una posesión demoníaca y violenta, ya que no es lógico que una chica que lleva un diablo asesino dentro la dejen pasear por el pueblo y por la casa sin atarla ni vigilarla, y más sabiendo que el demonio aparece cuando se le antoja.
Un acierto del director fue la inserción de algunas imágenes y escenas mientras se está explicando alguna historia, cosa que le da más expresividad y no requiere de grandes diálogos. Pero en mi opinión, se les fue un poco la mano y en más de una ocasión nos tenemos que zampar escenas que cuando empiezas a asimilar que te las han puesto ya han acabado, y no hemos tenido tiempo para entenderlas.
TÍTULO ORIGINAL | La Posesión de Emma Evans (Exorcismus) |
AÑO | 2010 |
PAÍS | España |
DURACIÓN | 100 minutos |
DIRECCIÓN | Manuel Carballo |
GUIÓN | David Muñoz |
REPARTO | Sophie Vavasseur, Stephen Billington, Lazzaro E. Oertli Ortiz, Richard Felix, Jo-Anne Stockham, Doug Bradley, Tommy Bastow y Isamaya Ffrench |
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