"THE DESCENT" (2005): Gollum no vive solo

El director y guionista Neil Marshall siguió con la tónica de crear una historia donde sus protagonistas estuvieran acorralados por unos cuantos come-humanos.

"HOSTEL" (2005): ¡Visita Eslovaquia!

'Hostel' nos muestra las accidentadas vacaciones de unos estudiantes norteamericanos que se van a sumergir en una historia de sexo, drogas, rock ‘n’ roll y gore.

"DOG SOLDIERS" (2002): Ricitos de Oro y los Tres ositos (versión +18)

Antes de ganarse el respeto en el cine de terror con películas como “The Descent” (2005) o “Doomsday” (2008), el director y guionista Neil Marshall debutó en su primer largometraje con “Dog Soldiers”.

"BIENVENIDOS A ZOMBIELAND" (2009): un chiste de zombies

Con un presupuesto de unos 24 millones de dólares, esta cinta se convirtió en la más taquillera de la historia en Estados Unidos en la categoría de muertos vivientes.

"LA POSESIÓN DE EMMA EVANS" (2010): El Diablo viste de Quiksilver

El pasado festival de Sitges fue el escenario de la presentación de una película española sobre una posesión demoníaca, 'La Posesión de Emma Evans'.

"EL HOMBRE LOBO" (2010): aprobado por los "pelos"

El público amante del terror en general, y de los licántropos en particular, esperaba el anuncio del estreno de una película de hombres lobo que pudiera satisfacer a los más inconformistas.

"SHUTTER ISLAND" (2010): estar cuerdo es una locura

En el año 2010 se estrenó la película “Shutter Island”, una adaptación de la novela homónima del escritor Dennis Lehane.

domingo, 29 de mayo de 2011

"The Troll Hunter" (2010): el "coco" vive en Noruega


Es el año 2010, eres noruego y dispones de aproximadamente 3 millones de dólares (según IMDb). ¿Qué harías? Pues el director y guionista Andre Øvredal no dudó en engendrar una de las películas más esperadas del año por los seguidores del género fantástico y freaks consolidados.

“The Troll Hunter” (Trolljegeren) es un largometraje al estilo “falso documental” grabado en primera persona por los propios protagonistas (como ya hemos visto en las cintas “Cloverfield”, “[REC]” o “Diary of the Dead”), y nos cuenta como unos jóvenes reporteros descubren que el gobierno de Noruega ha estado ocultando la existencia de unos seres abominables pertenecientes a la mitología escandinava: los trols.

Thomas, Johanna y Kalle son tres estudiantes de periodismo que se lanzan a perseguir con su cámara a un supuesto cazador furtivo de osos, Hans (Otto Jespersen), quien es sospechoso de haber abatido a un oso que había salido de su territorio.

Tras muchas horas de persecución, los chicos se encuentran perdidos en mitad de un bosque cuando de repente encuentran a Hans huyendo de algo enorme y monstruoso que no acaban de vislumbrar.

En un principio, se muestran incrédulos cuando Hans les explica que lo que había en el bosque era un trol, y que realmente su trabajo es cazar a los que se extravían de su zona. Pero cuando el cazador les invita a acompañarle a una partida, los muchachos descubren no solo que los trols existen, sino que el gobierno noruego lo ha estado encubriendo y que últimamente estos seres antropomorfos se están comportando de una manera inusual.


Hans (Otto Jespersen) cazando un trol
Al iniciar la película puede parecer que va a tratarse de una historia lenta, aburrida y con la aparición fugaz de algún “bicho” deformado y poco trabajado. La poca verosimilitud de los actores que interpretan a los estudiantes y el intento de hacer pasar la película como una “cinta real encontrada bajo una piedra” provoca que empieces a lamentar el hecho de haber pulsado el play.

Pero, sorprendentemente, cuando pasan los minutos la cosa se pone interesante, sobretodo cuando empiezan a aparecer algunos monstruos y Hans el cazador explica a los jóvenes todo acerca de los trols (los tipos de trol, tamaños, hábitos, particularidades, etc.).

Cuando aparecen las criaturas, no lo hacen de manera que se vean fugaz y parcialmente para así esconder la falta de buenos efectos especiales. Al contrario, siempre que aparecen los trols lo hacen en cuerpo entero y, aunque alguna vez se nota la falta de recursos, hay algunas secuencias (como la del trol gigantesco) que son realmente estremecedoras. Además, los paisajes noruegos siempre son un obsequio para los ojos.

Thomas es el presentador del "documental"
En lugar de centrarte en la trama, el interés radica en saberlo todo sobre los trols y la manera en la cual se ha conseguido plasmar. Todo lo referido a estos engendros ha sido extraído de la mitología escandinava y todas sus leyendas. Algunas de las particularidades que tienen son el hecho de que algunos trols exploten y otros se petrifiquen (en función de la edad) con la exposición de la luz ultravioleta, que les guste masticar neumáticos, o que tengan la capacidad de oler la sangre de la gente cristiana. Creo que esta última característica queda un poco fuera de lugar y se contradice con lo que se cuenta en la película ya que, durante la historia, se deja clarísimo que un trol es un animal y no un ser de un mundo fantástico. Incluso se dan explicaciones científicas para demostrar el hecho de que estallen o se petrifiquen cuando se exhiben enfrente de la luz solar.

En definitiva, esta es una pequeña producción que cuenta con una grandísima idea. No obstante, los recursos, el guión y la estampa final son bastante insuficientes. No sería de extrañar que los rumores de remake americano finalmente se cumpliesen.

LO MEJOR: la originalidad y los trols

LO PEOR: la poca credibilidad de los jóvenes


TÍTULO ORIGINALTrolljegeren / Trollhunter
AÑO2010
PAÍSNoruega
DURACIÓN90 minutos
DIRECCIÓNAndré Øvredal
GUIÓNAndré Øvredal
REPARTOOtto Jespersen, Glenn Erland Tosterud, Johanna Morc, Tomas Alf Larsen y Hans Morten Hansen

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viernes, 27 de mayo de 2011

“La Resistencia de los Muertos” (2009): La Noche de los Muertos Vivientes VI


Tras crear “El Diario de los Muertos” en 2007, el maestro George A. Romero engendró, dos años más tarde, una especie de secuela titulada “La Resistencia de los Muertos”.

Si se la ha llamado “secuela” es, básicamente, debido a que los soldados que en la primera parte roban los víveres de los reporteros suicida, son los mismos que protagonizan esta segunda ración de zombis made in Romero en tan solo dos años. Por lo tanto, también hay conexión en base a que se trata de la misma plaga que desencadena el caos en el primer tomo.

Unos días después del inicio de la epidemia carroñera, unos soldados norteamericanos desertan de su tropa e inician su propio camino en busca de un posible paraíso inexplorado por los difuntos vivientes.

Con el Coronel Crockett (
Alan Van Sprang) al mando, se encuentran en el bosque a un joven (Devon Bostick) que les enseña unos vídeos de Internet sobre un marinero que asegura conocer un lugar llamado la Isla de Plum, donde todavía no ha brotado el contagio global.

Una vez llegan al puerto, el marinero resulta no ser otro que Patrick O’Flynn (
Kenneth Welsh), el líder de uno de los dos clanes rivales que regentan la isla, el cual ha sido desterrado por su eterno enemigo Seamus Muldoon (Richard Fitzpatrick). Los soldados, el chico “sin nombre” y O’Flynn deciden desembarcar en la isla para conocer cual es la situación en ese territorio.

Ya en la isla, los protagonistas muestran su estupefacción al descubrir que el clan Muldoon ha estado intentando adiestrar a los muertos vivientes para que puedan llevar una vida normal, ya que al cabo de un tiempo de resucitar, los cadáveres demuestran recordar algo de su antigua vida (como por ejemplo el zombi que arranca el coche, el zombi jardinero, el jinete, el cocinero…).

Lógicamente, este “plan” les sale pésimamente y, en lugar de ser la isla de la paz y las piruletas, se convierte en una guerra entre los O’Flynn, los Muldoon y los muertos.


Patrick O'Flynn (Kenneth Welsh)
En mi opinión, el amigo Romero no se quedó del todo a gusto con las pocas defunciones en “El Diario de los Muertos”, y decidió crear una secuela para poder desahogarse y crear una carnicería digna de su excelencia. En lugar de intentar elaborar un sinfín de asesinatos diferentes y originales, prefirió que los artistas principales fueran las armas de fuego y los mordiscos de los zombis. Sin embargo, el director nos obsequia con un par de muertes que se merecen una mención: la explosión de la cabeza de un muerto por culpa de la ingestión de medio extintor, y la muerte con un tenedor con una salchicha todavía incrustada en él. 

Como en todas las películas de George A. Romero (y siguiendo el hilo de la anterior parte), los zombis que aparecen son flemáticos y palurdos. Otra diferencia entre estas cintas y resto de películas de muertos vivientes modernas, es que no es necesaria la mordedura de un infectado para convertirse en uno de ellos. Solo hace falta una cosa muy simple: morir.

Lejos de mensajes subliminales, este filme se concentra en mostrar la historia de supervivencia de unos soldados descontentos con sus vidas, y la gracia reside en las escabechinas humano-zómbicas que se suceden en la película.

También es cierto que Romero parece criticar, a través de las peleas entre las dos familias, a la gente ávida de poder que haría lo posible por establecer su supremacía aunque miles de personas muriesen a su alrededor.

LO MEJOR: que George A. Romero siga haciendo películas

LO PEOR: en algún momento de la película (sobretodo al final) parece que la historia no avanza


TÍTULO ORIGINALSurvival of the Dead / ...of the Dead / Island of the Dead
AÑO2009
PAÍSEstados Unidos
DURACIÓN86 minutos
DIRECCIÓNGeorge A. Romero
GUIÓNGeorge A. Romero
REPARTOAlan Van Sprang, Devon Bostick, Kenneth Welsh, Richard Fitzpatrick, Kathleen Munroe, Athena Karkanis, Joris Jarsky, Matt Birman, Mitch Risman, Salar Madadi y Eric Woolfe

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miércoles, 25 de mayo de 2011

"El Diario de los Muertos" (2007): grabando a la muerte


El año 2007 nos regaló una película de muertos vivientes al más puro estilo de George A. Romero, básicamente porque la escribió y dirigió él.

El dios de los zombies creó una historia en la que unos jóvenes nos narran, en primera persona, el inicio de una gran epidemia de fiambres asesinos. Todo ello contado a través de sus grabaciones  con unas cámaras de vídeo.

Como suele pasar en todas sus películas, los muertos de Romero son lentos, zopencos y les gusta masticar poco a poco. Cabe destacar que durante la historia encontramos un razonamiento del porqué los zombis no pueden correr: ¡se les romperían los tobillos! Este mismo argumento fue defendido por el director en varias entrevistas.

Jason Creed (Josh Close) es un estudiante de cine cuya obsesión es grabar todo lo que está sucediendo a su alrededor antes que vivirlo él mismo. Junto a algunos compañeros de clase y el profesor Andrew Maxwell (Scott Wentworth), está rodando una película de momias titulada “La Muerte de la Muerte”.

En pleno rodaje, empiezan a oír por la radio extrañas noticias sobre reanimaciones de personas que habían muerto. En ese momento deciden posponer el rodaje e ir con la furgoneta a rescatar a Debra (
Michelle Morgan), la novia de Jason, el cual está determinado a grabar todo lo que hagan aunque esto le cueste la vida (y la de los que están a su alrededor).

Después de salvarla empiezan un viaje hacia los respectivos hogares de cada estudiante, para poder saber si sus familias han sobrevivido al primer día de catástrofe. Pero en poco tiempo se dan cuenta de que la infección es más grave de lo que pensaban, y van a tener que sufrir durante cada minuto del resto de sus vidas para no morir y convertirse en esos caníbales asquerosos.


Jason (Josh Close) y sus compañeros durante el viaje
Pese a tener un presupuesto muy bajo (2 millones de dólares), la película no se ve asfixiada por el coste de sus actores (que son todos de poco renombre) ni de sus efectos especiales que, sin duda, brillan por su ausencia (los zombis están bien hechos pero la sangre a veces se ve demasiado digitalizada).

Es verdad que los personajes no son muy complejos y a veces parece que tengan horchata en las venas en lugar de sangre, pero a menudo algún lumbrera se recrea con alguna frase célebre, como el profesor cuando dice: “…pobre Gordo, se va sin graduarse”, en el momento que uno de los estudiantes muere. 

Es una de las películas de George A. Romero con menos muertes de zombis, y pese a esto hay una gran variedad de métodos zombicidas y armas. No faltan las pistolas y armas de fuego, pero también encontramos un desfibrilador, el palo de un porta-sueros, dinamita, una botella de ácido, flechas, una espada y el mejor asesinato de la cinta: el harakiri de un amish sordomudo con una guadaña.

Un porta-sueros puede ser una buena arma
En la película no solo aparecen imágenes de sus cámaras (una Panasonic HDX-90 con la que rodaban la película de momias y una HVX-200 que se encuentran en un hospital), sino que hay cantidad de imágenes y vídeos extraídos de otros soportes como Internet y las noticias de la televisión, la cámara de un teléfono móvil, cámaras de tráfico y las cámaras de seguridad de una mansión. También es digna de mención la grabación de unos policías militares irrumpiendo en un apartamento, ya que fue el homenaje particular de Romero a la película española [REC].

 La obra fue creada con dos intenciones distintas: la primera, y como es lógico, fue crear una historia de muertos vivientes entretenida y  atractiva, que permitiera al espectador disfrutar de George A. Romero durante un buen rato; la segunda fue proyectar una (digámosle) crítica hacia la sociedad, que dispone de millones de medios para mostrar la realidad y solamente da como verdaderos aquellos que están al frente de la comunicación de masas.

Romero también lanza un mensaje final que invita a la reflexión, justo cuando aparece un vídeo con dos hombres divirtiéndose matando salvajemente a una mujer zombie: “¿Valemos la pena como para ser salvados?... díganmelo ustedes”.

LO MEJOR: la variedad de soportes que se utilizan para grabar y la fluidez con la que se sucede la historia

LO PEOR: la sangre demasiado digitalizada y la parsimonia de algunos personajes cuando en realidad están a punto de ser comidos


TÍTULO ORIGINALDiary of the Dead
AÑO2007
PAÍSEstados Unidos
DURACIÓN95 minutos
DIRECCIÓNGeorge A. Romero
GUIÓNGeorge A. Romero
REPARTOMichelle Morgan, Joshua Close, Shawn Roberts, Amy Ciupak Lalonde, Joe Dinicol, Scott Wentworth, Philip Riccio, Chris Violette y Tatiana Maslany

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domingo, 22 de mayo de 2011

“Monsters” (2010): viaje y romance (y calamares cósmicos)


Después del fatídico día en que mis ojos tuvieron que posarse enfrente de “Skyline” (2010), necesitaba reemplazarla de mi cerebro por otra película de alienígenas más digna de reposar en mi humilde sesera.  Y gracias a “Monsters”, dirigida por Gareth Edwards, conseguí mi objetivo.

Hace seis años, la NASA descubrió vida extraterrestre en el Sistema Solar. Después de enviar una sonda para traer muestras a la Tierra, ésta se estrelló en México y una nueva raza de criaturas aberrantes con forma de pulpo empezó a pasearse por nuestro planeta.


Andrew Kaulder (Scoot McNairy) es un fotógrafo norteamericano que trabaja en una revista muy importante. Cuando se encuentra en México, los monstruos provocan una catástrofe en la ciudad, y Kaulder es obligado por su jefe a ir en busca de su hija Sam (Whitney Able), quién está herida en el hospital. Una vez la encuentra, tiene que asegurarse de que Sam llegue a su casa de Estados Unidos sana y con todas las extremidades en su lugar. Pero, lógicamente, eso no va a ser fácil, ya que la ruta para llegar a su hogar está infestada de pulpos espaciales.


A medida que los dos protagonistas avanzan hacia su objetivo, ambos se van conociendo mutuamente y, poco a poco, se forja lo que será el inicio de su romance particular.

Seguramente habrá gente que acabó decepcionada al terminar la película, ya que los aliens aparecen muchas veces en un segundo plano y nunca acaban imponiéndose como argumento principal. Pero, en realidad, fue lo mejor que podía hacerse en este caso, ya que con el poco presupuesto que se tenía, un mayor protagonismo de los monstruos hubiera resaltado aún mas los pobres efectos especiales del film.


Sam (Whitney Able) y Kaulder (Scoot McNairy)
El guión se centra más en la historia de Kaulder y Sam, quienes tienen propias historias por separado que les dan bastante profundidad como personajes. Por ejemplo, Kaulder tiene un hijo con el cual no puede hacer de padre, y Sam es la prometida de un joven adinerado con alergia a las mascotas, al que no ama como al inicio.


Además, la trama también se concentra en mostrar la devastación que los alienígenas han creado con el paso de los años y la dificultad que hay para llegar a América del Norte. Hay quien piensa que la película es un espejo de la realidad, donde a un lado hay pulpos, y en el otro está la inmigración proveniente de México, la cual quiere entrar en el país a toda costa y poder así vivir con los privilegios y la libertad que se merecen.


En definitiva, en “Monsters” no encontraréis unos efectos especiales de ensueño ni un suspense perturbador, sino que os vais a encontrar con una buena historia de dos personas que se conocen, un viaje espinoso hacia la salvación y una trama muy bien ambientada en lo que sería una invasión espacial.

LO MEJOR: una historia muy creíble con un presupuesto raquítico

LO PEOR: se echan de menos a más monstruos, pero los efectos especiales tampoco acompañan mucho


TÍTULO ORIGINALMonsters
AÑO2010
PAÍSReino Unido
DURACIÓN94 minutos
DIRECCIÓNGareth Edwards
GUIÓNGareth Edwards
REPARTOScoot McNairy y Whitney Able                                                                                                                                  

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miércoles, 18 de mayo de 2011

“Rammbock” (2010): guten zombiefilm


En escaso tiempo hemos visto como Europa puede hacer buen cine zombie. Largometrajes como “Carne Muerta” (Irlanda, 2004), “[REC]” y “[REC]2” (España, 2007 y 2009) o “La Horda” (Francia, 2009), han demostrado que el viejo continente también está preparado para recibir la invasión de la cultura no-muerta. Por este motivo no es extraño que, en 2010, Alemania quisiera unirse a la fiesta con la producción de “Rammbock”, una película de humilde presupuesto de zombies sprinters ambientada en un bloque de pisos berlinés.

Michael (Michael Fuith) viaja al centro de la capital Alemana para intentar inútilmente recuperar a su exnovia Gabi (Anka Graczyk). Cuando llega a su apartamento, solamente se encuentra con un fontanero y su joven aprendiz.

En cuestión de minutos, en la calle empiezan a acontecer extraños incidentes provocados por personas que parecen haber perdido la cordura, e intentan desesperadamente morder i comerse a todo ser viviente que encuentran. Cada persona que es mordida, no tarda mucho en convertirse en otro homicida loco con sed de sangre.

Después de que el fontanero haya entrado en el menú de mediodía de los caníbales, Michael y el aprendiz Harper (Theo Trebs), se exilian en el piso de Gabi. Desde este momento, la película se convierte en una lucha por la supervivencia y por descubrir cual ha sido el destino de la “Julieta” particular de Michael.

“Rammbock” muestra algún aspecto novedoso en lo que se refiere a los zombis, como la posibilidad de retrasar la transformación a base de pastillas o el peculiar punto débil de los muertos vivientes. Además, en toda la película no aparece ningún tipo de arma de fuego, ni ningún infectado con pistola al cual podérsela quitar. Solamente Harper, en un deplorable intento para demostrar que es un manitas, crea una especie de tirachinas que no mataría ni a una cría de gatito. Pese a estas peculiaridades, si estamos buscando “la película definitiva”, no será ésta la ocasión.
Michael (Michael  Fuith) observa la devastación que ha sufrido Berlín

El guión y la forma que tienen los zombis de entrar en acción no son muy complejos de elaborar: chico quiere recuperar a chica y cuando se dirige a ser rechazado de nuevo, aparecen unos crueles asesinos antropófagos. Pero siendo sincero, tampoco espero que alguna película de zombies gane el Óscar al mejor guión.

Eso sí, la cinta consigue en apenas una hora hacerte vivir la trama como si estuvieras en Berlín. La tristeza que transmite el protagonista, el “tempo” lento en algunas partes del film, el alboroto y la confusión que montan los muertos, y las complicaciones que tienen los protagonistas por conseguir comida y medicamentos, permiten al espectador meterse en la película y sentirse realmente mal.

En fin, esta película confirma lo que he mencionado al principio del post: Europa se está poniendo las pilas y no tengo ninguna duda que con el paso del tiempo este bello continente nos dará muchas más alegrías.

LO MEJOR: que con poco presupuesto se hagan películas como ésta

LO PEOR: a veces nuestro protagonista hace "acciones de enamorado" que ponen nervioso


TÍTULO ORIGINALRammbock (Siege of the Dead)
AÑO2010
PAÍSAlemania
DURACIÓN59 minutos
DIRECCIÓNMarvin Kren
GUIÓNBenjamin Hessler
REPARTOMichael Fuith, Anka Graczyk, Theo Trebs, Emily Cox y Carsten Behrendt

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lunes, 9 de mayo de 2011

"Skyline" (2010): 92 minutos para gastar en otras cosas


Son bastantes los autores que, en los últimos años, han querido plasmar sobre la pantalla una invasión de seres provenientes de otras galaxias. Películas como “Independence Day” (1996), “La Guerra de los Mundos” (2005), “Invasión” (2007) o “Ultimátum a la Tierra” (2008) han intentado, unas mejor que otras, que durante un fugaz periodo de tiempo el espectador pudiera sentirse mínimamente asediado por los bichos espaciales. Y eso precisamente es lo que pretendían los hermanos Colin y Greg Strause cuando en 2010 estrenaron “Skyline”.

Jarrod y Elaine (Eric Balfour y Scottie Thompson) viajan a Los Angeles para celebrar el cumpleaños de su mejor amigo Terry (Donald Faison). Para festejarlo, se monta una gran juerga en un lujoso ático donde los protagonistas son el champagne, el cortejo y la ostentación.

A la mañana siguiente, empiezan a caer del cielo unas esferas luminosas que proyectan una luz azul muy brillante. De repente, la gente que mira estas esferas es atraída y absorbida  por lo que parecen ser unas naves espaciales de aspecto biológico. En pocos minutos, millones de personas han sido arrastradas hacia el infierno marciano.

Jarrod, Elaine, Terry y la novia de éste, Candice (Brittany Daniel), empiezan lo que será una batalla para salvar sus vidas (y sus cerebros) contra estos visitantes galácticos.

Hasta aquí, puede parecer que se trata de “otra” película apocalíptica que nos da “más de los mismo”, pero lo que realmente te encuentras es un desperdicio de dinero y tiempo que se podría haber empleado en millones de cosas mucho más fructíferas.

Jarrod y Terry intentan descrubrir qué está pasando desde la azotea
Es verdad que hay alguna cosa buena en la cinta, como los espectaculares efectos especiales o la fisonomía biotecnológica de los colonizadores, pero cuando se empieza a digerir el guión y la trama, uno se da cuenta de que los autores de esta producción no se lo tomaron en serio y simplemente se dedicaron a preparar los efectos especiales de una película de acción que no pasará a la historia. El guión es previsible y a la vez falto de lógica. Hay subtramas que no se entienden y personajes que no se llega a comprender quienes son, de donde vienen y a donde van.

Hay momentos irrepetibles del argumento que ponen la piel de gallina solamente con pensar que alguien ha cobrado dinero (y seguramente mucho) por escribir tales torpezas. Como el momento en el que Elaine no soporta que alguien fume en la misma habitación de 90 m2 que ella, estando embarazada de más o menos cuatro semanas. También es digno de mención que Jarrod solo tenga en mente huir del edificio para ir al mar, cuando en toda la película no se sobreentiende en ningún momento que a los alienígenas les haga daño el agua. Seguramente nuestro protagonista habría visto "Señales" (2002) unos días antes.

En definitiva, “Skyline” es una de esas películas de las que al cabo de un tiempo de haberlas visto ya no te acuerdas, o no quieres acordarte. Y esperemos que los creadores lo comprendan y lo asimilen antes de que, como tienen planeado, produzcan una segunda parte para dar un final a la historia aún más quimérico si cabe del que ahora tiene.

LO MEJOR: Los efectos especiales y el diseño de los extraterrestres, por decir algo

LO PEOR: El guión absurdo, la trama previsible e irracional y el hecho de que pueda haber una segunda parte



TÍTULO ORIGINALSkyline          
AÑO2010
PAÍSEstados unidos
DURACIÓN92 minutos
DIRECCIÓNColin Strause y Greg Strause
GUIÓNJoshua Cordes y Liam O'Donnell
REPARTOEric Balfour, Scottie Thompson, Brittany Daniel, Donald Faison, Crystal Reed, Neil Hopkins, David Zayas, Robin Gammell, Tanya Newbould y J. Paul Boehmer           
 

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